viernes, 28 de enero de 2011

Árboles mutilados en Getafe I.

Introducción
Los ciudadanos somos los usuarios del bien público que constituyen los jardines y, por tanto, cuando la gestión falla, somos los principales perjudicados.
Sin ir mas lejos, un mal plan de podas deteriora los árboles, haciéndoles perder vitalidad, con lo cual tenemos menos sombra, mayores riesgos de rotura de ramas y grandes probabilidades de muerte prematura de estos árboles. Además, cuanto más grande sea el árbol muerto, mayores serán las pérdidas económicas.
Un buen ejemplo de todo lo que no se debe hacer en poda de arbolado urbano lo  tenemos en Getafe. Este año, uno más, asistimos con desolación a la mutilación de los árboles de sus calles. El tipo de poda aplicado de forma generalizada se sitúa entre el desmochado y el terciado. En el primer caso se suprime toda la copa, dejando únicamente el tronco, mientras que en el segundo se deja, además del tronco, la parte basal de las ramas estructurales (habitualmente un tercio de la longitud de estas ramas, de ahí el nombre).
Criterios municipales de poda no respetados
En algunos documentos municipales se ofrecen unos criterios de poda que nada tienen que ver con lo que verdaderamente se hace.
En la página web del Ayuntamiento, en la sección de Parques y Jardines se puede descargar el documento titulado: “Trabajos de mantenimiento y conservación de los parques y jardines de Getafe[1]. En el capítulo dedicado a la conservación de árboles y arbustos, se habla sobre “Labores de poda y saneado de la vegetación” comentándose lo siguiente:
- “Para mantener la salud y buen aspecto del árbol, se podan en primer lugar las ramas enfermas, estropeadas o muertas, con el fin de impedir la infección del árbol por hongos xilófagos que podrían penetrar por esta vía”.
- “Se evitan las podas drásticas, ya que reducen seriamente la superficie foliar potencial, pudiendo debilitar al árbol y hacerlo más susceptible a las infecciones”.
- “Se adopta, como normal general, el eliminar todas las ramas pequeñas que estén mal dirigidas, cruzadas o demasiado juntas, tratando de mantener la forma natural del árbol”.
- “Se practica (el terciado) cuando la copa del árbol está fuertemente atacada por insectos u hongos, con muchas ramas muertas, cuando se hayan cortado raíces o cuando la copa interfiera con los cables o el tráfico, así como por medidas de seguridad en los casos que existan cavidades en las bases de las rama”.
Un paseo por las calles de Getafe demuestra que estos criterios no se respetan o son manifiestamente mal interpretados. Casi todos los árboles sufren una poda drástica, tipo terciado o desmochado, sin que haya mediado un problema sanitario que justifique tal tipo de poda. Es precisamente el supuesto remedio, la poda, el que causa la enfermedad que se pretende curar, “la infección del árbol por hongos xilófagos”, a causa de las fuertes heridas que origina esta irracional agresión al árbol.
El criterio no es cortar las “ramas enfermas, estropeadas o muertas”, tampoco las “las ramas pequeñas que estén mal dirigidas, cruzadas o demasiado juntas”, y tampoco se busca “mantener la forma natural del árbol”, sino deshacerse de la mayor parte de las ramas del árbol tras unos pocos cortes de motosierra, como queda patente en las siguientes fotografías:
Falsas acacias en el Sector III


                             Olmos en Juan de la Cierva                                        Plátanos en Getafe Norte
    
Otro documento que se puede consultar en la web municipal es un Pliego de Prescripciones Técnicas para la contratación de trabajos de gestión del arbolado, que incluyen la poda, tala, trasplante y nuevas plantaciones[2].
La poda que se prescribe en dicho documento es “fundamentalmente de calidad y de respeto a la forma natural del árbol, evitando mermar su vigor fisiológico”.
Al mencionarse los tipos de poda en árboles adultos se vuelven a manejar criterios similares a los del anterior documento:
- Poda de limpieza (corte de ramas secas, moribundas o enfermas).
- Poda de mantenimiento (para mantener la copa del árbol en su forma natural y adaptarse al espacio público aéreo disponible).
- Poda de seguridad (corte de ramas que por sus características o situación puedan provocar daños a bienes o personas), incluyéndose aquí “las podas fuertes de reducción de copa”.
Las normas generales de poda especifican que primarán los criterios de seguridad y, en segundo lugar, la salud y estética del árbol. También se dice que “la tendencia general será respetar la forma natural del árbol, y la función que el mismo desempeña dentro del espacio destinado para él”. Una vista a las siguientes fotografías deja claro como se acaba con la forma natural del  árbol con las podas practicadas.
        Ninguno de los documentos citados dan criterios claros sobre la frecuencia de poda. En el segundo de ellos se hace la vaga afirmación de que “la poda se realizará a todo árbol que lo necesite”, siendo el personal técnico municipal el que comunicará a la empresa concesionaria las zonas a podar y pautas a seguir. El otro tampoco es muy explícito cuando dice: “en zonas donde la vegetación tenga espacio suficiente para su desarrollo, los árboles y arbustos se podan con la frecuencia necesaria para mantener el buen estado sanitario”.
       Por lo que llevo observado desde que vivo en Getafe, muchos de sus árboles se podan todos los años. Cuando se observa que el rebrote del árbol ha sido muy escaso, se dejan dos o tres años hasta la siguiente poda. Estas cifras son mucho más cortas que las que recomienda el consejo europeo de Arboricultura (http://www.eac-arboriculture.com), para árboles maduros (de 30 a 50 años), que establece en 6 a 8 años. Para árboles jóvenes (de 10 a 30 años), recomienda unas frecuencias de poda de 4 a 6 años.
Consecuencias ecológicas: el decaimiento de los árboles
¿Que consecuencias tiene una poda tan agresiva?.Quizás la menos mala sea el afeamiento del árbol. Hay otras de mayor trascendencia como el decaimiento o pérdida de vigor, que conduce a una mayor sensibilidad a las plagas, el aumento de los riesgos de caídas de ramas por debilitamiento de las uniones y las pérdidas económicas al adelantar la muerte del árbol.
La gravedad de estas podas se debe a la gran cantidad de copa eliminada y el gran tamaño de los cortes realizados. Todo ello pese a que, como dice Gabriel Iguiñiz, experto arboricultor “se acepta ya, a día de hoy, la irracionalidad de estas operaciones” a lo que añade que “son fruto de la pura ignorancia y falta de oficio”.
Desde luego que estas actuaciones olvidan dos reglas básicas sobre la poda: no podar ramas de más de 5 cm de diámetro y no eliminar más de un cuarto de la copa de árbol.
La eliminación de la copa del árbol supone un enorme trastorno fisiológico y estructural al árbol por varias razones:
- Una pérdida de las reservas contenidas en la madera eliminada.
- Al eliminar la copa, se produce una pérdida de la capacidad fotosintética y la producción hormonal, necesaria para el rebrote.
- Una pudrición y ahuecamiento de la estructura.
-   Y un anclaje deficiente de las ramas formadas posteriormente.
La respuesta de cada especie o árbol individual depende de su vigor. En los peores casos el árbol muere tras unos años en los que emite brotes muy débiles.Lamentablemente esto lo observamos en Getafe todos los años. En un tramo de apenas 400 m de una misma calle (Avenida Juan Carlos I, del Barrio del Sector 3), 18 falsas acacias o robinias (Robinia pseudoacacia) han sido taladas, la mayoría de ellas este año, debido a las drásticas podas de años anteriores. Esto supone más de la cuarta parte de los árboles de ese tramo. En esta misma calle se pueden ver otros muchos puntos donde han sido talados otros árboles.


Hay especies que soportan peor que otras una poda tan drástica. Precisamente la falsa acacia es una de ellas, algo que ya advertía José María Paniagua en su “Manual del Podador” hace siglo y medio. Mariano Sánchez, Técnico Conservador del Real Jardín Botánico de Madrid, apunta que la falsa acacia “no precisa de poda sistemática”, que perjudica gravemente al árbol.
Otra especie que soporta mal el desmochado y terciado es el olmo siberiano (Ulmus pumilla), del cual existen numerosos individuos en un estado lamentable en gran parte de las calles de Getafe. Algunos de ellos se pueden ver desde la carretera de Toledo (A-42) a su paso por la localidad, en la Avenida de los Reyes Católicos.
La fuerte sangría energética que causan estas podas hacen a los árboles extremadamente sensibles a plagas y enfermedades. Las pudriciones derivadas de la poda son tanto mayores cuanto mayores sean los diámetros de corte. Cuando los cortes superan los 5 centímetros la posibilidad de pudriciones es muy grande. La presencia de tirasavias (pequeñas ramas por detrás del corte de poda), ayuda a cicatrizar la herida, pero su efectividad es prácticamente nula cuando los cortes son tan grandes.
La poda realizada en Getafe es la peor posible, cuando no existe ninguna razón que lo justifique. Esto es algo incomprensible y que contradice lo especificado en los documentos municipales citados más atrás.
Esto es particularmente grave en barrios con calles anchas como el Sector 3, donde existe amplitud suficiente para que los árboles desarrollen su copa sin problemas. En determinadas zonas se han respetado los árboles durante varios años teniendo éstos una magnifica copa. Son situaciones excepcionales ya que en la mayoría de la localidad, sean las calles anchas o estrechas, la poda de los árboles sigue los mismos criterios, primando una mutilación incomprensible. Lamentablemente hemos observado como en estas zonas también se han podado estos árboles, dejándoles dos o tres muñones o brazos, que los debilitarán, poniendo en peligro su futuro, como lleva sucediendo año tras año.
Podas fuertes de reducción de copa en un lugar donde la gran amplitud de la calle no dificulta en absoluto el normal desarrollo del árbol ( Avda Juan Carlos I, Sector III).
Tampoco parece que sea necesario podar drásticamente los árboles en calles más estrechas, como se ha mostrado en otras ciudades de nuestro país, donde desde hace tiempo las podas son mucho más racionales. Un paseo por las calles del centro de Madrid capital permite ver como, incluso en las calles mas estrechas, es posible dejar crecer los árboles, al menos en altura, sin necesidad de desmocharlos o terciarlos. En los lugares con menos espacio la reducción del volumen del árbol se hace respetando su forma natural, sin necesidad de eliminar grandes cantidades de copa y sin cortar ramas de gran diámetro.

[1]http://www.getafe.es/PARQUESYJAR/MANTENIMIENTO_ZONAS_VERDES/MANTENIMIENTO_ZONAS_VERDES.home
[2] http://www.getafe.es/CONTRATACION/Portal_Contratante/84_09.page . Este documento se refiere a los árboles situados en suelo público dentro de la ciudad de Getafe con excepción de los barrios de Arroyo Culebro, Bercial, Perales del Río y Sector III. 







3 comentarios:

  1. Soy Maices y esto que comentas me apena mucho. Ahora estos árboles parecen candelabros y si se les ha podado de esta mañera van a vivir menos ya que les atacarán más plagas y enfermedades.


    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. soy jardinero del ayto de getafe ,todo lo que se comenta de este pueblo arboricida es cierto y mi opinion del problema es que radica en dos vertientes.La primera las podas de origen municipal que vienen ordenadas desde las jefaturas por ignorancia y desidia, desperdiciando reursos humanos, tiempo ,maquinaria ,combustible ...y la segunda las podas de las empresas privadas que se hacen anualmente por el reparto de dinero que se llevan entre unos y otros.Dinero que sale de las arcas del ayto.

    ResponderEliminar
  3. ...hice un curso de "jardinería práctica" y "me averguenza" que hagan éste tipo de podas y más si van de la mano del "municipio" porque éso demuestra la ineficiencia en cuanto a capacitación de mano de obra por parte ya sea de los directivos, RR.UU. ó quienes fuesen que estén a cargo de dirigir dichas tareas!...Ayala Claudio / Paraná - Entre Ríos - Argentina / ayaclau_79virus@hotmail.com

    ResponderEliminar