viernes, 28 de enero de 2011

Árboles mutilados en Getafe I.

Introducción
Los ciudadanos somos los usuarios del bien público que constituyen los jardines y, por tanto, cuando la gestión falla, somos los principales perjudicados.
Sin ir mas lejos, un mal plan de podas deteriora los árboles, haciéndoles perder vitalidad, con lo cual tenemos menos sombra, mayores riesgos de rotura de ramas y grandes probabilidades de muerte prematura de estos árboles. Además, cuanto más grande sea el árbol muerto, mayores serán las pérdidas económicas.
Un buen ejemplo de todo lo que no se debe hacer en poda de arbolado urbano lo  tenemos en Getafe. Este año, uno más, asistimos con desolación a la mutilación de los árboles de sus calles. El tipo de poda aplicado de forma generalizada se sitúa entre el desmochado y el terciado. En el primer caso se suprime toda la copa, dejando únicamente el tronco, mientras que en el segundo se deja, además del tronco, la parte basal de las ramas estructurales (habitualmente un tercio de la longitud de estas ramas, de ahí el nombre).

miércoles, 26 de enero de 2011

Presentación: Jardines para los ciudadanos

Los jardines vuelven a acercarnos la naturaleza. Las sociedades primitivas obviamente no se ocuparon de la jardinería, que vino de la mano de la civilización. La población se concentró (en las ciudades, civitas en latín) y los jardines trataron de suplir esa falta de naturaleza. En esa labor de imitación, la jardinería nos recuerda a antiguos lugares con los que el hombre convivió durante milenios: prados, flores, arboledas, setos que rodean propiedades, etc.
Pero en la actualidad, el jardín compite por el espacio de la ciudad, donde el metro cuadrado de suelo tiene un gran valor. La gestión de los jardines se encuentra en una encrucijada. Con tantas crisis rodeándonos, la jardinería debe ser, obligatoriamente, austera, sostenible y respetuosa con el medioambiente. Lo que significa que debe de consumir la menor energía posible, a poder ser renovable, la menor cantidad de materias primas y producir el menor número de residuos. Además, y lo que es más importante, no se debe olvidar la importante función social que tienen los jardines.