lunes, 9 de junio de 2014

¿Por qué se riegan tan poco las plantas en Getafe?

Efectivamente, en Getafe se riega muy poco, a veces nada. No creo que la culpa de esto la tenga la herencia recibida, que a menudo se pone como escusa para todos y cada uno de los males de nuestro país, comunidad o ayuntamiento. Debemos recordad que las últimas elecciones municipales fueron en mayo de 2011, así que ya ha habido tiempo de mejorar un poco.
La impresión que yo tengo es que la gestión de los jardines sigue más o menos igual, como ya he comentado en otras entradas de este blog.
Veamos algunos ejemplos de como la falta de riego hace que se mueran año tras año numerosas plantas que se ponen en distintas partes de Getafe. La mayoría de los casos citados corresponden a estos dos o tres últimos años.


Calle Vereda del Calmuerzo

En esta calle, de unos 650 m, fueron taladas las falsas acacias (Robinia pseudoacacia) que crecían a ambos lados en el año 2007 (parece ser por quejas sobre la cantidad de pulgones que producían). Antes de barajar cualquier otro tipo de tratamiento se aplicó una solución radical: tala y posterior plantación de unos arces reales (Acer platanoides), un árbol bastante más exigente en humedad que las acacias. 

Lamentablemente la calle ya no ha vuelto a ser lo que fue. Después de siete años desde que se talaron  las acacias, aún ha habido que reponer esta primavera casi la cuarta parte de los árboles. Aunque algunos de los arces ya tienen un buen tamaño, otros se secan año tras año. ¿Cual es la razón?.... ... que cuando se plantan los árboles no se riegan, ni en la propia plantación ni en fechas posteriores, salvo raras excepciones. Así, año tras año, desde 2007.

En principio todos los alcorques eran de bordillo de cemento y tierra en su interior, como se ve en estas fotografías. 








Con la remodelación de las aceras, la mayor parte de los alcorques fueron adoquinados. Se tapó la tierra porque, supuestamente, se estaba instalando por todo Getafe un sistema de riego con agua reciclada, para ahorrar. Como en otras muchas partes de nuestro municipio el riego automático nunca llegó. Los alcorques quedaron muy bonitos, como se puede ver, pero el agua no llegó a las plantas: 

Vereda del Calmuerzo en 2008

Alcorque con adoquines

Vereda del Calmuerzo en 2011

El problema de poner adoquines en los alcorques es que queda poco espacio para el riego con manguera, el único posible si no hay un riego automático instalado, como es el caso. Pero para la jardinería de Getafe esto no es un problema, ya que hay poca costumbre de regar.

La consecuencia: año tras año se ponen árboles que se secan, como se puede ver en estas fotografías, tomadas en el verano de 2013:




En el año 2012, con motivo de un informe para la comunidad de vecinos en la que vivo, de los 122 árboles de la calle conté 22 secos por falta de riego. De los restantes muchos mostraban una escasa vitalidad, con pocas ramas y crecimiento muy pobre en la última estación y algunos con signos de una muerte inmediata. 

En el año 2014 la cosa no ha mejorado. Había 24 alcorques sin árboles (4 más que en 2012) de los que solo se replantaron en primavera 18. Cuatro de éstos han muerto ya, entre ellos un pino piñonero (Pinus pinea) y otros cuantos muestran un rebrote escasísimo. Si no se les riega (como es costumbre) correrán el mismo destino que los plantados en 2012 y 2013. Estas fotografías, tomadas a finales de mayo, muestran la situación de algunos de los árboles .

Uno de los arces
plantados en la primavera
de 2014, que ya se ha
secado por falta de riego
Otro de los arces a punto de secarse
Detalle del árbol de la
izquierda, donde se
aprecian las hojas ya secas



Hasta los árboles más rústicos, como este
pino piñonero, se secan si no se les riega
Detalle de este mismo pino, donde aprecia
la mitad de la copa ya seca.




















Cada año la plantación es más patética, como si ya se contara con que los árboles se van a secar, como siempre. En años anteriores se habían quitado algunos adoquines para que hubiera sitio para un posible riego, que nunca llegó. Pero este año, junto a muchos de los árboles hay un montón de tierra. Todo lo contrario a un hueco donde se quiere echar agua.

En años anteriores se quitaron
algunos adoquines para la
aplicación de un posible riego.
Árbol tras la plantación de este año. En vez de dejar un hueco
para regar, se ha dejado un montón de tierra
alrededor del tronco del árbol.

Sorprende (o nó, ... ya estamos acostumbrados) que ya casi entrado el verano aun no se hayan regado los árboles. Buena parte de ellos, tras un rebrote escasísimo, comenzarán pronto a secarse.

Este sistema de sembrar árboles entre adoquines se ha extendido por todo Getafe. Es verdad que es mucho más limpio que un alcorque de tierra, a menudo lleno de cacas de perro, de basura o de malas hierbas. Pero es totalmente inviable si no existe un riego automático enterrado. Sin embargo estos alcorques adoquinados resultan a veces igual de sucios y feos que los tradicionales, si no se limpian de hierbas y de cacas , a lo que se añade la presencia de tocones de los árboles que se han secado por no haberles regado. Estas fotografías fueron tomadas en primavera.







Pasados unos meses, con la hierba en los alcorques ya seca, el aspecto es todavía peor:

 





Mas árboles entre adoquines en la Alhóndiga

En este barrio también se han puesto árboles entre adoquines que, lógicamente, al no regarse, se han secado en su mayoría.

Tres árboles seguidos secos por falta de riego,
rodeados de bonitos adoquines amarillos
Árbol a punto de secarse, con la corteza reseca
y enferma, a causa de la debilidad del árbol
por la falta de riego
 Al lado de éstos, los árboles sembrados en alcorques convencionales, que han recibido algún riego manual o han podido acumular el agua de lluvia, están en muchas mejores condiciones:

                  

Pero esta esta falta de previsión para al riego no solamente sucede en calles con arbolado ya instalado en el que se reponen los árboles secos en la siguiente temporada. También sucede en jardines recién plantados.


Nueva zona ajardinada junto al metro Conservatorio

En los nuevos jardines instalados en 2014, cuatro de los árboles se han dejado en zona de terrizo, y se han regado con manguera, pero está claro que no lo suficiente, como estamos acostumbrados, y dos de ellos ya se han secado.


El plátano de sombra de la derecha ya se ha secado
a causa de un riego deficiente.
Árbol con alcorque tradicional
para riego.








Pero en las zonas de césped también se han plantado árboles y muchos de ellos también se han secado. Aunque el riego propio del césped puede ser suficiente para árboles ya establecidos, para árboles recién plantados puede ser escaso, como se muestra en estas fotografías. Parte de los árboles muertos parecen cinamomos (Melia acedarach), ya que sin hojas es difícil diferenciarlos. Ninguno de los nueve árboles plantados ha brotado y seguramente ya nunca lo hará. 

Estos árboles de una zona de césped, probablemente cinamomos
se han secado en su totalidad





También se plantaron en el césped grandes plátanos de sombra, de más de 4 m de altura y unos 20 cm de circunferencia. De los seis árboles plantados a día de hoy solo ha brotado uno. 
Como suele ser habitual en las plantaciones de Getafe, parte de los árboles están torcidos por no haberse apelmazado lo suficiente la tierra y no haberse colocado tutores de sujeción, algo realmente sorprendente en la jardinería actual.

Plátano que aún no ha brotado en pleno
periodo vegetativo, como se ve en los
árboles de atrás, síntoma de una más que
posible muerte durante esta estación.
Plátano de sombra con un rebrote escasísimo, que
es posible que no subsista con el único riego del
césped si el verano es muy seco


Se debe de tener mucho cuidado con los árboles que plantan en praderas de césped. Incluso un árbol tan resistente como el pino piñonero debe ser cuidado hasta que llegue a edad adulta. Si no es así pueden morir por falta de riego, o porque el riego solo llega a la parte superior del suelo, como les ha sucedido a algunos pinos de esta zona. Estos llevan ya puestos desde hace algunos años, pero en los años precedentes han ido muriendo varios de los más próximos a la estación de metro de Conservatorio:  

El 21 de abril el pino ya mostraba signos
preocupantes.
El 6 de marzo el pino ya estaba completamente
seco. Días después fue talado.


Nueva zona ajardinada en Juan de la Cierva

Se ha remodelado toda la zona ajardinada entre la Plaza J. Heredia Fernández y la Plaza de las Heras. En el pequeño parque en que hay en la primera plaza parece que las plantas van subsistiendo gracias a un riego por aspersión puesto en zonas de césped y de arbustos y trepadoras.

Entre estas dos plazas hay un parque infantil y una zona de bancos, donde también se ha arreglado el césped y los setos y se han plantado distintos árboles. La suerte de estos ha sido muy desigual.

Por ejemplo una fila de siete grandes cinamomos (Melia azedarac), torcidos una vez más por una mala plantación y falta de tutores, se encuentran completamente secos porque el riego que se les puso no ha funcionado (otra vez más). 
El sistema que se quería poner es de lo más novedoso, muy poco extendido aún en el riego de parques y jardines (yo solo lo había visto en el Parque del Retiro de Madrid). 
Se trata de unos accesorios llamados inundadores, diseñados, según el fabricante, para un riego eficiente de árboles y arbustos suministrado directamente a la raíz. Se puede ver información sobre este sistema de riego en la web: http://www.hunterindustries.com/sites/default/files/BR_RZWS_sp.pdf. 
Exteriormente se observa una rejilla circular por la que parece que va a salir agua, pero éste realmente se introduce en el interior del suelo. Aunque, por muy sofisticado que sea un sistema de riego si no se le pone en funcionamiento, los árboles al final se secan, como les ha sucedido a estos árboles.

Cinamomos torcidos por una mala plantación,
y además secos por no haber sido regados.
Sistema de riego con inundador que, de momento,
todavía no ha funcionado

Hay algún cinamomo más en zona de tierra que también se ha secado. Sin embargo,  han tenido mejor suerte los árboles sembrados en el césped, tanto cinamomos como plátanos de sombra. La mayoría han brotado, aunque escasamente, y por su aspecto actual no queda claro si podrán sobrevivir nuestro seco y caluroso verano.

Cinamomos sembrados en zona de césped, con
escasa brotación ya a finales de mayo.
Plátanos de sombra sembrados en zona de césped, con
brotación algo mayor.


Dentro de la misma zona varios cerezos de Pissard (Prunus cerasifera var. pissardii) también plantados en zona de césped, se han secado, bien por una mala plantación o por falta de riego, o por las dos:



Es probable que de estas partidas de árboles compradas para las nuevas zonas ajardinadas hayan sobrado algunos que se han puesto en otras partes del municipio. Aunque, como son sobras, se les ha dejado completamente abandonados, como ha sucedido junto al Hospital de Getafe.


Reposición de árboles junto al Hospital de Getafe

A pesar de ser una zona tan transitada, en la calle lateral a la carretera de Getafe a Leganés, junto al Hospital Universitario de Getafe, hace años que faltan muchos árboles. Se vuelve a repetir la situación de un riego instalado para asegurar la supervivencia de los árboles que seguramente nunca llegó a funcionar.

Huecos donde faltan árboles
Tubería preparada para el riego
que nunca llegó a funcionar


La fila de plátanos que sube por la izquierda de la calle hasta el polideportivo Sector-3, con unos 650 m de longitud, debía de contener 98 árboles. Pero faltan 22, de los que se replantaron 8 de los de mayor calibre que existen en el mercado (unos 18-20 cm de circunferencia). Un parchecillo más de los que van haciendo aquí y allá en jardines y calles del municipio. 
No hay un plan para mantener y reponer todos los árboles y/o arbustos de una zona. 

No se ha mostrado mucha pericia a la hora de plantar los árboles ya que, como en otras ocasiones, están bastante torcidos y, cuando se observa el terreno a su alrededor, se ven las grietas ocasionadas por el movimiento del árbol con el viento, debido a su mal anclaje (ya saben: 
no se compactó el terreno y no se pusieron tutores).

Árboles rematadamente mal plantados
Árboles rematadamente mal plantados

Ahuecamiento del terreno en torno al árbol, por la mala
compactación del terreno al realizar la plantación

Los árboles nuevos se pusieron a mediados de febrero. No se consideró oportuno regar, algo que no hubiera estado mal aunque haya habido algunas lluvias por esas fechas. Pero es que, más de tres meses después, no se ha dado ningún riego. Obviamente los árboles no han brotado y probablemente nunca lo hubieran hecho aunque se les regara ya por estas fechas.

A diferencia de los árboles ya establecidos los
plátanos de sombra plantados aún no han
brotado y es probable que no lo hagan nunca,
ya que , como es costumbre en Getafe, no se
les piensa regar. 
Es una pena que estos grandes árboles no puedan rellenar
el hueco de los que se secaron.
!Cuanto trabajo y cuanto dinero desperdiciados¡


Lógicamente, unos árboles de tal calibre (algunos más altos incluso de los que ya hay arraigados en la misma alineación, como se puede ver en las fotografías), sin ningún tipo de riego estaban condenados a morirse.
Ninguno de los plátanos brotó, cuando todos los árboles de la zona llevaban semanas completamente llenos de hojas. El 9 de junio he pasado por la zona y he visto que han talado los 8 árboles que pusieron. Es algo que resulta increible. En la siguiente fotografía se puede ver uno de los tocones con el corte reciente.




Árboles secos en el Parque de la Alhóndiga

Nuestro parque más emblemático también ha sufrido la desidia de nuestros gestores jardineros, habiéndose dejado secar en él numerosos árboles. 

Por ejemplo los árboles de la entrada principal se dejaron morir sin ningún tipo de complejo. Se trata de unos magnolios (Magnolia grandiflora) de más de 3 metros de altura, que estaban situados a ambos lados de las fuentes que flanquean la calle principal. Este árbol, propio de  riberas y bordes de pantanos del SE de Estados Unidos, es bastante exigente en humedad, y debía de haber contado con un sistema de riego automático o con un riego periódico con manguera. Pese a estar las tuberías, el riego nunca funcionó y la mayor parte de los árboles, incluidos los laureles que acompañaban a los magnolios, se han secado.  


Poco después de inaugurado el parque tras
la remodelación (1-03-11)
Las tuberías de riego estaban listas para
ser usadas pero nunca han funcionado.

















Aspecto general de la entrada del parque, un poco antes de que se empezaran a secar los magnolios

Solo dos meses después de ser plantados ya
había algunos magnolios secos, debido
a la falta de riego (26-04-11)
En pleno verano los magnolios que quedaban
estaban en un estado penoso, mientras
que los laureles aún subsistían (27-07-11)
Tras un verano más de abandono los laureles no fueron capaces
de resistir la falta de riego (21-09-12)


Después de secarse todos los laureles (9 en total) y 6 de los 10 magnolios, en los huecos se han plantado el año pasado 14 arces negundos (Acer negundo) y un cinamomo (Melia azedarach). De los cuatro magnolios que quedan uno está casi seco en su totalidad, otros dos tienen menos de un 10 % de hojas verdes y el restante está algo mejor.

Aspecto actual de la entrada del Parque de la Alhóndiga, señalándose la posición de los magnolios que se conservan
de los sembrados en 2011


Uno de los magnolios está casi
completamente seco
A pesar de no haber sido regado en los
últimos  tres años, uno de los
magnolios aún tiene una copa aceptable.


Los arces negundos plantados presentan mejor aspecto. Esto se debe a su mayor rusticidad y a que llevan menos tiempo que los magnolios padeciendo la sequía causada por la falta de riego. Al observar los alcorques da la impresión de que no han sido regados nunca: no se aprecia el típico hoyo que causa la fuerza del agua que cae de la manguera ni se ha hecho ningún hueco con la azada para que se acumule el agua, como se puede ver en la fotografía inferior.

El aspecto de los arces es mucho mejor que el de los
 magnolios, debido a su mayor rusticidad y a que
llevan menos tiempo padeciendo la sequía por
falta de riego
¿Cuanto tiempo permanecerá así este arce
si sigue sin recibir ningún riego?
Vista de uno de los alcorques de los arces negundos, donde
no se observa ningún signo de que haya sido jamás regado

La falta de riego de árboles y arbustos se ha extendido a otras zonas del parque. Justo detrás de las fuentes de la calle principal hay seis grandes jardineras con bancos adosados donde se plantaron unos bonitos rosales. En principio se les puso un riego por goteo que estuvo funcionando durante un tiempo. 

Grandes jardineras con rosales rojos instalados al mismo
tiempo que los magnolios y laureles de la entrada principal.
3-01-2012
Detalle del la zona mojada por el tubo
de riego por goteo


Después el riego dejó de funcionar y en 6 de las 12 jardineras se han secado por completo los rosales. El estado de los rosales que quedan es bastante peor que el que se observa en las fotografías anteriores. 
Una vez más la causa es la falta de riego. 

Jardinera que en otro tiempo tuvo rosales.
21-09-2012
Aspecto actual de una de las jardineras que aún
conserva los rosales 

En las 6 jardineras donde se han secado los rosales se han plantado durillos (Viburnum tinus). Parece que tampoco han recibido mucho riego y algunos ya empiezan a secarse. 


Jardinera con durillos que aún presentan un buen estado,
 a pesar de la falta de riego
Entre los durillos se observa una rosa
roja, testigo de lo que hubo en otro
tiempo en la jardinera


Algunos de los durillos empiezan a secarse por
falta de riego, a pesar de que haya tuberías de
goteo que funcionaron en otro tiempo
Detalle de uno de los durillos
cuyas hojas están empezando
a marchitarse




En la misma remodelación en la que se plantaron los magnolios y los rosales se hizo también una plantación de plátanos de sombra de muy mala calidad, junto al monumento a las víctimas del 11 de marzo. Se trataba de palos sin ninguna ramificación que han sufrido un destino similar al de los magnolios. A pesar de los grandes alcorques que se hicieron a su alrededor, se les han dado muy pocos riegos y como consecuencia han muerto más de la mitad de los que se plantaron.

Plantación (21-03-2011)
Escasa brotación (27-07-2011)


Árboles secos (21-09-2012
Aspecto actual de algunos de los
plátanos de sombra que aún sobreviven
tres años después, sin apenas haber sido
regados


También se pusieron por esas fechas varias filas de arbustos junto a la calle lateral que recorre el lago de este parque. Algunas de estas alineaciones, seguramente las menos protegidas por  la sombra de los arboles, murieron por falta de riego. La siguiente secuencia de fotografías muestra lo ocurrido en una de las filas que fueron plantadas con fotinias (Photinia serrulata):

Tras la plantación, el 29-03-2011
Tan solo un mes después las plantas ya mostraban síntomas
preocupantes (26-04-2011)
A falta de riego los arbustos no fueron capaces de resistir
los rigores del verano (27-07-2011)

Lejos de mejorar la situación, en la actualidad se sigue teniendo "alergia al riego". Se ha continuado plantado árboles dentro del parque, algunos de gran tamaño. Entre ellos unos almeces (Celtis australis) y pinos piñoneros (Pinus pinea), en la parte alta del parque. También se han hecho grandes alcorques que parecen más bien destinados a recoger el agua de lluvia, puesto que no muestran ninguna señal de haber sido regados recientemente. El almez, árbol característico de zonas húmedas (riberas, barrancos y roquedos donde rezuma agua, etc.), ya está empezando a sufrir los efectos de la sequía, y uno de los árboles tiene las hojas bastante secas, aunque aún verdes.


Grupo de almeces plantados en la
parte alta del parque
Alcorque de uno de los almeces, donde no se
observa ningún signo de haber sido regado
recientemente




Fila de pinos piñoneros junto a la laguna situada en la
parte alta del parque
Alcorque de uno de los pinos, en el que no se
observa ningún signo de haber sido regado
recientemente



Plantaciones en la plaza de Tirso de Molina

Las zonas ajardinadas de esta plaza del barrio de la Alhóndiga han sido renovadas recientemente. Tras un vistazo superficial podría parecer que el trabajo ha merecido la pena. Pero si, como nos tememos, se sigue la costumbre de no regar, lo más seguro es que gran parte de las plantas se mueran, aunque la mayoría sean adelfas (Nerium oleander), planta rústica y resistente a la sequía donde las haya. No obstante, el árbol acompañante de las adelfas es el tilo (Tilia sp), un árbol bastante exigente en humedad. Si la adelfa es capaz de crecer en las ramblas resecas de Almería el tilo es un árbol de montaña, que crece en cañones y gargantes con mucha humedad.

Aspecto de una de las nuevas zonas ajardinadas de la Plaza de Tirso de Molina, en el barrio de la Alhóndiga 



La disposición en que han quedado las plantas después de la plantación nos reafirma en nuestra sospecha de que jamás se van a regar o si se riegan no va a ser de la manera más correcta. En efecto, a falta de riego automático, que no existe puesto que no se ven tuberías, tampoco se ha hecho ningún tipo de alcorque para el riego con manguera. Ni siquiera para los delicados tilos. Es más, parece casi seguro que ni siquiera se han regado cuando se plantaron, algo habitual y sorprendente en las plantaciones realizadas en este municipio.

Disposición de las adelfas y uno de los tilos en las nuevas zonas ajardinadas,
donde se aprecia la ausencia de alcorques para el riego
La disposición de las plantas en esta pequeña pendiente, más que ayudar a
la acumulación de agua, favorece su perdida a favor del desnivel.

En otras zonas de la misma plaza también se han puesto plantas que tampoco parecen haber sido regadas nunca o casi nunca, aunque se observan algunas tuberías de goteo rotas. Muchas de las plantas se han secado y otras están en un pésimo estado.



 



Otros ejemplos de árboles que se han secado por falta de riego

La lista de defunciones arbóreas por una incomprensible fata de riego es numerosísima. Estos malos hábitos vienen de atrás, pero en los últimos años no ha mejorado en absoluto. 

Laureles de la calle de Leganés
Uno de los ejemplos que más me sorprendió hace algunos años fue el de estos laureles plantados desde la rotonda de la carretera de Toledo, junto al Hospital, hacia la Estación de Getafe Central. Se plantaron laureles de gran talla (unos 2 m de alto) y entre medias rosales rojos. 
Todos los laureles se secaron, todos, no quedó ni uno. Después fueron repuestos por otros de la mitad de tamaño que aún perviven. 
La calle Leganés en 2008, antes del ajardinamiento de la mediana.

La calle tras el primer intento de ajardinamiento (2010). 
La calle en 2011, después de que todos los grandes laureles se
secaran y fueran sustituidos por otros de talla mucho menor.

Palmeras de la calle Ferrocarril
Al final de esta calle se plantaron palmeras de unos 2 m de alto en grandes macetas:


Aunque suene repetitivo, la falta de riego ha causado la muerte de todas las palmeras menos una. En algunas de las macetas se han puesto nuevas plantas, ya no palmeras sino aligustres del Japón (Ligustrum japonicum). Con lo bonito que quedó cuando se hizo el arreglo de la calle, lo que hay ahora son algunas macetas vacías, donde queda el tocón de la palmera, otras con aligustres y otra con una palmera (chapucillas tras chapucillas). ¿Porqué no se pone de una vez lo apropiado para estas macetas, se riega y se dejan de dar bandazos?

Uno de los maceteros con el
tocón de una palmera
Vista del aspecto actual de la calle, donde se aprecia la
única palmera superviviente.

En esta misma calle pero en la mediana (que por cierto, ha sido remodelada unas cuantas veces), algunos de los laureles están empezando a secarse ¿adivinan por qué?.


 


Magnolios de la entrada del Polideportivo Cerro Buenavista
En la entrada del polideportivo se pusieron dos magnolios en grandes macetas; por su puesto que no se regaron y al poco tiempo murieron: 

Uno de los magnolios antes de secarse,
mostrando signos de marchitamiento
por el color amarillento de las hojas

A pesar de llevar meses secos, los dos
 magnolios que flanquean la puerta del
polideportivo aún no han sido quitados
Magnolios de la Avenida de la Libertad

En la primera rotonda de la Avenida de la Libertad, junto al Hospital de Getafe, también se plantaron grandes magnolios en 2011, en los que se iba a poner un riego, como se puede ver en la fotografía inferior. Un riego que nunca ha funcionado, como otros tantos. Quizás no hayan sido regados nunca y a día de hoy es un milagro que aún sobrevivan.  
En la parte izquierda de la fotografía se
puede ver una tubería que formaría
parte del sistema de riego que
nunca ha funcionado
La rotonda al poco de inaugurarse en 2011
Tres años después los magnolios sobreviven
de milagro. Cada vez tienen menos hojas y,
de no regarse, morirán pronto.

El precio de una gestión tan nefasta

Evidentemente la muerte continuada de tantos árboles supone un gasto cuantioso, más aún cuando los árboles son de gran calibre. En esta costumbre instalada durante los años de la democracia de inaugurar cosas, no se piensa en el corto y medio plazo y cuanto mejor quede la foto mejor. No se dan cuenta nuestros gestores lo feo que queda que solo semanas después la fotografía cambia mucho y los ciudadanos lo vemos.

En fin fijándonos solamente en algunos de los casos citados se puede ver el volumen de gasto que supone tanta pérdida de árbol. Veamos por ejemplo lo que ha supuesto la muerte de los plátanos de sombra de la zona de Conservatorio (7 en total) y los situados junto al Hospital de Getafe (8 en total).

Consultados los precios de los plátanos de sombra de este calibre (unos 18-20 cm de circunferencia de tronco a un metro de altura) en la web http://www.basepaisajismo.com/, se indica que su precio en 2013 era de 52 euros la unidad, lo que para el total de los 15 plátanos supone 780 euros . Si a esto le sumamos el gasto de transporte y plantación, resulta una una perdida muy elevada y bastante absurda, por
la costumbre incomprensible de no regar los árboles que existe en este municipio.
Pero es que no han sido solamente estos quince árboles los que se han secado, sino muchos más.

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Después de los ejemplos anteriores podríamos pensar que existe realmente una animadversión hacia el riego en la jardinería de Getafe. Cómo se explica si no que se pongan grandes árboles que se dejan secar repetidamente en tantos puntos del municipio.

Aunque me he limitado a citar casos de las zonas que mejor conozco, me temo que en otras partes del municipio haya situaciones parecidas. De hecho he visto casos similares en otros barrios, aunque no los puedo documentar con fotografías.

Esto contrasta con lo que se hace en otros municipios cercanos, como en Leganés. Por ejemplo en el Parque de los Frailes, junto al Hospital Severo Ochoa, se riegan con manguera los arbustos que no tienen instalado riego por goteo entre dos y tres veces por semana. En zonas urbanizadas recientemente junto a este parque, el arbolado lleva puesto más de cinco años y conserva su riego por goteo, aunque los plátanos de sombra ya están más que arraigados, como se observa en estas fotografías:


Plátanos de sombra que llevan más de
cinco años plantados y siguen siendo
regados por goteo
Detalle del riego por goteo
funcionando





















Pero es que incluso en zonas abandonadas al tráfico rodado, por donde solo caminan los paseantes y las bicicletas, el arbolado se cuida mucho mejor de lo que se hace en Getafe en la calle más transitada. Véase por ejemplo el magnífico estado de estos plátanos de sombra en una zona del polígono de la Ciudad del Automóvil de Leganés, cortada al tráfico tras la burbuja inmobiliaria, porque las naves industriales que se iban a hacer al final no se construyeron:


En esta zona cortada al tráfico de la Ciudad del Automóvil  de Leganés, con
escaso tráfico de personas, no se ha muerto ni un solo árbol y el riego por
goteo funciona con normalidad.

No llego a entender como un municipio como Getafe que se tiene moderno no es capaz de poner en práctica un plan de riegos para sus plantas, que debería figurar seguramente en algún pliego de condiciones técnicas del mantenimiento de los jardines. Pero es que un año tras otro veo que árboles recién plantados se secan por falta de riego. Incluso donde se ponen riegos automáticos, no funcionan con normalidad, o si lo hacen, al poco tiempo dejan de funcionar, poniendo a las plantas al límite con el resultado de la muerte de muchas de ellas.

Da bastante vergüenza que una práctica que ya conocían en Mesopotamia y Egipto, hace más de 3000 años, para que sus jardines crecieran, no sea aplicada en un municipio del siglo XXI. En el manual más básico de jardinería se trata el riego como asunto principal. Todo agricultor sabe lo que tiene que regar y lo que es de secano y no parece que los árboles y arbustos de nuestros jardines sean de secano. No estamos precisamente en Asturias o Cantabria, donde llueve hasta la saciedad.

Los manuales técnicos de jardinería establecen unos periodos de riego de sobra conocidos. Por ejemplo en el libro "La empresa de jardinería y paisajismo" de Serafín Ros Orta, de 2006, se indica que en zonas ajardinadas con árboles o arbustos de la mayor parte de España (exceptuando la franja cantabro-pirenaica) se debe de regar de mayo a septiembre, ambos inclusive, tres veces por semana, de abril a octubre una vez por semana, y durante el resto no suele ser necesario ningún riego. En el mismo sentido son las recomendaciones de Fernando Gil-Albert en el "Manual Técnico de Jardinería, Tomo II, Mantenimiento" del año 2008. Pero es que también, desde hace años, se han desarrollado fórmulas precisas para calcular los tiempos de riego en función de la climatología de cada lugar.

Para finalizar este alegato a favor del riego merece la pena recordar las palabras de un botánico ilustre, Miguel Colmeiro, que también escribió de jardinería en el siglo XIX y que decía en su libro "Manual completo de Jardinería" (año 1859):

"No hay vegetación sin agua, porque este líquido, compuesto de oxígeno e hidrógeno, no solamente entra en la constitución de las plantas, sino que es el vehículo de todas las materias nutricias que se hayan en el terreno, y que sin estar disueltas no podrían ser absorbidas por las plantas"